Las reglas del compromiso

 

"Este hombre está dañado. Por todos lados, desde el inicio. Roto. Siempre va a poner un juramento... un juramento que hizo a los diez años, su declaración de guerra contra el crimen, lo que sea que eso signifique. Siempre elegirá ese juramento. Por sobre cualquiera. Sin importar cuánto tú y yo lo amemos. Cuánto yo lo ame. Cuánto yo quiera que me ame. Siempre vendré después de su fantasía infantil. Batman, por su justicia te traicionará. Me traicionará. No es el mejor. Lo único que es...es el estúpido hombre al que amo estúpidamente."

Catwoman

Batman y Catwoman se dirigen al desierto a ver a Holly Robinson, la amiga de la gata por quién se ha inculpado sus crímenes y por alguna razón se encuentra con Talía Al Ghul y sirve esto de excusa para una pelea de espadas entre ambas mujeres. En dicha contienda, es interesante la perspectiva de ambas sobre el héroe, mientras que la hija del Demonio lo idealiza por encima de los otros, la antiheroína lo describe como un hombre herido e infantil, pero al que ama. Qué lejos del enfoque de cierto sector de fandom que lo considera el summum de lo que puede llegar a ser un humano en cuanto a inteligencia y destreza física.

Al mismo tiempo, Alfred se reúne con los diferentes Robin para darles la noticia del compromiso matrimonial de su jefe, provocando en todos una sensación de incomprensión, sobretodo en Damian quien termina siendo apoyado y oído por Dick, ayudándolo a afrontar la nueva etapa venidera.

Luego, en paralelo pueden verse tanto Superman y Lois como a Batman y Catwoman, en donde las mujeres insisten a sus respectivas parejas reunirse para hablar del casamiento, y anoticiarse. Tanto Bruce como Clark muestran su orgullo de hombre esperando que sea el otro quien llame para hablar del tema, dada lo complicada que resulta ser su amistad. Finalmente coinciden en un edificio y tienen una cita doble en un parque de diversiones donde se debe asistir con disfraz e intercambian sus trajes, curiosamente. Y la noche transcurre entre conversaciones, planes, juegos de béisbol y paseos por el túnel del amor.

La última trama muestra el pasado y el futuro de la relación entre ambos, la vejez juntos y la muerte de Bruce Wayne en sus brazos así como la hija que ambos tienen que se convierte en Batwoman. Un futuro posible, como muchos, en la que el Caballero de la Noche plantea la existencia de un universo en donde no envejece, haciéndonos plantear si no estamos leyendo una versión alterna de ambos protagonistas.

Joëlle Jones, Clay Mann, Lee Weeks son los dibujantes de una historia inimaginable para la época en que el héroe fuera tan desdibujado en pos de hacerlo rencoroso, tenebroso y sin emociones. Esta vez lo vemos permitirse disfrutar, apostar a su futuro y ser correspondido por alguien que lo conoce bien y que lo acompaña a su manera. Tom King sigue apostando al costado sentimental de la persona como eje narrativo y le da un enfoque nuevo, un toque distinto y muy personal. El autor sabe que un héroe no necesita ser perfecto para ser interesante. Ojalá muchos lo entendieran.

Nota personal: 7