Historias de fantasmas
"Te voy a sacar del juego, Bruce. Y entonces voy a mostrarte cómo la ciudad de Gotham puede ser con un verdadero combatiente del crimen a cargo."
Ghost-Maker
Batman entiende que necesita modernizar su manera de trabajar como vigilante, sabiendo que ya no cuenta ni con los fondos de una fortuna que carece ni la ayuda de una empresa familiar que ya le ha dado la espalda y ha decidido mudarse a la ciudad para operar directamente, alejando los fantasmas del pasado en la mansión y al auxilio de Alfred. Catwoman forma también parte de sus pensamientos y sentimientos en este momento de encrucijada y deciden de mutuo acuerdo darse un año de elipsis para luego tomar decisiones importantes concernientes a ellos, espacio que la Felina planea emplear en recuperar su buen nombre.
El Cazapayasos continua su reguero de asesinatos en masa de lugartenientes del Joker y no sólo es el Murciélago quien está en su búsqueda, sino un misterioso enmascarado que se hace llamar el Ghost-Maker, una suerte de vigilante que tiene un pasado en común con Bruce Wayne.
Siendo ambos jóvenes compartieron los mismos mentores en la búsqueda de convertirse en defensores de la justicia, pero tuvieron una gran desavenencia cuando el futuro Caballero Oscuro le confiara sus motivaciones, su juramento y el doble homicidio de sus padres. Ghost-Maker considera esa empatía una debilidad y que la justicia debiera hacerse por el arte mismo y porque es lo correcto. Seguir un juramento por motivos personales, según entiende él, es empañar la visión general del panorama y puede ser un obstáculo.
Ante la pelea de ambos, pactaron que ninguno pisaría la zona donde el otro operara, pero ahora este viejo ex amigo del pasado ha llegado a Gotham molesto de ver cómo el Cazapayasos no ha sido aprehendido porque el justiciero local se identifica con él y omite los delitos que ha realizado.
Estos tres personajes se sumarán en la contienda junto a una Harley Quinn que intenta redimir su antiguo accionar y que tuvo responsabilidad en la muerte del joven que ahora busca su venganza, decepcionado también de un héroe que no detuvo jamás al Joker. Sí, exactamente igual que las motivaciones de Jason Todd en su primer arco como Capucha Roja.
Es un poco triste que se desaprovechen a los personajes clásicos en haras de fabricar otro de nuevo cuño que saben a reciclaje o pintura sobre viejos modelos. Destaco los breves momentos de los secundarios que sí son queridos como Nigthwing, que sabe bien de Ghost-Maker por quién sentía celos en su tiempo de Robin; Barbara Gordon, que ha vuelto a actuar como Oráculo sin dejar de ser Batgirl y a Stephanie Brown que ha decidido cómica y unilateralmente que ella y Cassandra sean también Batgirls.
James Tynion IV brinda una historia, entonces, de un Batman clásico con regusto a lo conocido, que probablemente sirva para nuevos lectores, aunque uno entienda que ya tenían con quiénes contar la misma historia sin necesidad de inventar nuevos y poco carismáticos personajes.
Guillem March, James Stokoe, Danny Miki, Ryan Benjamon, Bengal, Cristian Duce y Carlo Pagulayan dan un gran trabajo en la parte gráfica, aprovechando para lucirse en los diseños y sobretodo en los momentos de acción.
Nota personal: 7


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