El grupo de cobardes

 



"Si estamos seguros de lo que representa la Comunidad de Desequilibrados, no importa si es un policía, un agente federal o si es Superman. Tenemos que acogerlo, seguir nuestros principios al pie de la letra, darle la opción de comenzar de nuevo. Eso es lo que le prometemos a todos "

Milagrosa Molly


Toda crisis extrema siempre contará con oportunistas dispuestos a sacar rédito y ganancias de la agitación. Ante una falta de representatividad, en la cual el Alcalde Nakano observa a su ciudad aún convulsionada por la Guerra del Joker, acepta una reunión con el empresario en tecnología Simon Saint (de indisimulado parecido a Steve Jobs) quien propone iniciar un modelo de vigilancia legal llamado el Programa Magistrado, con oficiales con armaduras e implantes biónicos para llevar a cabo la misma función que la policía y los murciélagos, pero dando entidad legal y gubernamental para además recuperar la confianza de los votantes en su gestión.


El alcalde no accede de forma inmediata, pero la aparición de monigotes de paja dispuestos por la ciudad por el Espantapájaros, así como una nueva serie de robos a empresarios de medios comienzan a generar un clima de desestabilización. Estos últimos siniestros son perpetrados por un grupo llamado la Comunidad de Desequilibrados, unos marginales de la ley decepcionados tanto por el gobierno como por Batman y que realizan actos vandálicos de corte anarquista, utilizando vehículos y armas de última generación, sumando miembros, operando y viviendo en la clandestinidad.


Batman sabe que el Espantapájaros está detrás de la situación y junto a sus aliados Oráculo, Ghost Maker y la propia Harley Quinn intentan descifrar cómo actúa la mano negra detrás de tanta agitación. El Murciélago intenta infiltrarse en el polémico grupo de idealistas disfrazado como Cerillas Malone, pero la voz principal de la Comunidad de Desequilibrados, la Milagrosa Molly lo reconoce y lo intenta hacer partícipe de su visión. Al mismo tiempo, termina reconociendo que fueron contratados por el propio Simon Saint para perpretrar golpes que de alguna manera eran funcionales a su propia ideología.


Pronto, una bomba en el Ayuntamiento atribuido injustamente a ellos, usados desde un principio como mano operante y luego como chivo expiatorio, siembra en el alcalde la decisión de implementar el programa Magistrado y un estado fascista para reprimir a los supuestos culpables. Y toda este arco, en cada cómic comienza con el interesante gancho de la narración desde el final, con el Encapotado capturado por el Espantapájaros.


James Tynion IV inicia una nueva trama con elementos ya vistos en otros espacios, (en particular a mí me recuerda al film El Demoledor), pero brinda una dosis de frescura al encajar en la mitología de Batman . Esto le permite darle una nueva dimensión, sin olvidar a los viejos personajes pero también haciendo crecer un poco al nutrido mundo de habitantes de Gotham, que a veces son mera utilería para narrar historias.


Con respecto al arte, Jorge Jiménez realiza una proeza visual, nos regala a un Espantapájaros tenebroso en todo su esplendor, con un aspecto similar al de los videojuegos de Arkham y una tonalidad enfermiza que hiela la piel. Los nuevos personajes de acompañamiento también lucen reconocibles y muy personales.


Nota personal: 8






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