Días fríos
"Por un momento tuve miedo de que por fin se quedara a descansar por una noche y consiguiera algo de paz."
Alfred Pennyworth
Bruce Wayne ha sido designado como jurado en un juicio contra Mr. Freeze, un caso de triple femicidio con víctimas en las que Batman halló diferencias notables de temperatura con respecto a las habituales. Y si bien todo el cuerpo de ciudadanos electos para formular un veredicto está de acuerdo con la evidencia obtenida, es el propio alter ego del Caballero Oscuro quien considera que es insuficiente. Él mismo advierte que los peritos no hallaron esas mismas pruebas durante las autopsias pese a ser competentes, así como que la confesión obtenida por la violencia y coacción no es la manera adecuada para considerarla creíble. Toda una verdadera confrontación del millonario para con su otra personalidad, con quien se siente rabioso luego de su reciente ruptura y desengaño amoroso, de lo que no habla.
Nigthwing sí lo hace, acompañándolo en las noches y obligándolo a desdramatizar por algo que a todos le han ocurrido en su vida y que debe aceptar. Por supuesto, el buen humor y las bromas de su amigo no apaciguan su humor, puesto a que ha regresado a ser el huraño ser que siempre conocimos, incluso volviendo a utilizar su antiguo traje. Mientras tanto, podemos en paralelo ver los pasos de un visitante memorable en la ciudad, llevando su pasaporte falso y comprado un rifle, tomando posesión de un piso en particular y aguantando. Y cuando Gordon activa la señal y se encuentra con Batman y Dick para contar las nuevas evidencias del caso en el que imputaron a Mr. Freeze, este francotirador que no es otro que Anatoli Knyazev, la KGBestia, efectúa su disparo sobre la cabeza de Nigthwing.
Batman ha iniciado la cacería de su viejo adversario, llegando a Rusia, en el hogar paterno de este formidable mercenario. Aquí también aprovecha el autor para contarnos el origen de la infancia de este personaje, con un despótico padre que lo maltrataba y quiso que sea el mejor en todo bajo su machista concepción. Por ejemplo, considera que el haberse cortado su brazo fue una idiotez de niño caprichoso, por más que él le informe que mató al hijo del Encapotado.
Vencerlo es sólo el comienzo para Batman, ya que ni le importa que le diga quién lo contrató para disparar a Nighwing, porque quiere averiguarlo por su cuenta. Llega a interrogar al Pingüino y Cobblepot declara que Bane ha tomado el poder en Arkham y controla todo el bajo mundo de Gotham en sus narices desde hace un tiempo. No obstante, se lo observa catatónico, temeroso e indefenso en su celda, lo que enfurece al Caballero Oscuro y Gordon en persona intenta calmarlo, recibiendo un golpe de su amigo en la cara de vuelto.
Hecho un manojo de nervios regresa a la cueva, para encontrarla absolutamente a oscuras, con Alfred golpeado en el suelo y un visitante inesperado acechando: su padre de otra dimensión, el Batman de Flashpoint.
Lee Weeks, Matt Wagner, Tony S. Daniel, Mikel Janín y Jorge Fornés dibujan este trepidante capitulo del run de Tom King donde comienza a separarse la paja del trigo y mostrar una parte de la punta del iceberg. Nada era lo que parecía y ahora el héroe está pagando el precio de bajar la guardia y sacar conclusiones precipitadas.
Nota personal: 9


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