Yo soy Gotham

 

"Nadie lo entiende. O sea, excepto tú. Siempre lo entendiste. Cuando duele...tanto.. cuando estás a solas ayudar a Gotham hace que duela menos."

Gotham Girl

Bruce Wayne ha recuperado sus empresas y una de sus primeras medidas es contratar al insípido Duke Thomas para darle tareas tácticas en sus labores contra el crimen, afortunadamente no le cede el uniforme de Robin que intentó poseer. Y si bien lo ayuda contra el Hombre Calendario, en una versión más peligrosa y maníaca de las acostumbrada, el verdadero detonante es un avión comercial a punto de estrellarse al ser bombardeado por Cobra.

Batman no logra ser auxiliado por la Liga de la Justicia por lo que se ve obligado a subir al vehículo en llamas para direccionarlo con su tecnología y salvar a los pasajeros dirigiéndolo al río. Tamaña proeza le impide que pueda salirse a tiempo y es consciente que morirá cumpliendo con su trabajo. No es común ver al Caballero Oscuro en salvatajes, dicho sea de paso, por ende se agradece esa intervención. Y cuando parece que su fin está próximo, dos enmascarados con superpoderes logran estabilizar el avión y salvar a todos.

Son Gotham y Gotham Girl, dos hermanos que han admirado la tarea del defensor de la ciudad por años y tuvieron un viaje donde compraron sus habilidades de superfuerza, volar y emisión de rayos láser por los ojos. 

Al ver sus intenciones de realmente cambiar las cosas, la diferencia que sus poderes pueden hacer por la comunidad y el saberse que no es eterno hacen que el Encapotado acepte sus habilidades y los deje actuar, supervisando sus acciones, aconsejando y dándoles indicaciones de cómo ir haciéndolo mejor. Un notable cambio para el Caballero egoísta, hipercontrolador y desconfiado que parece haber madurado al respecto, no se siente que esté siendo reinterpretado.

La primavera no podía durar mucho, ya que el escape de Salomon Grundy, suicidios inesperados, ataques con bombas son sólo el comienzo de una ola de severas complicaciones. La Fuerza Especial X para intentar controlar la ciudad ha traído a Hugo Strange para que mediante el Psicopirata, viejo enemigo de la Liga de la Justicia, pueda manipular las emociones de unos pobladores que han sufrido demasiado en el último tiempo. Hugo, entonces, ha utilizado a este ser contra los dos jóvenes superhéroes, atormentando a Gotham Girl y sumiendo a su hermano a una sed de venganza y odio contra la ciudad que acaba de asesinar a sus padres.

Batman intenta razonar contra su nuevo aliado, pero le resulta imposible dada la magnitud de poderes del joven y es su propia hermana la que intenta frenarlo, llegando a matarlo en la contienda. La situación enloquece a la chica de manera literal, que conversa continuamente con su hermano muerto, ronda por la ciudad haciendo más daño que bien y pasando de la risa al llanto sin intermediarios, con su cabellera completamente rapada.

El Caballero Oscuro logra dar con la base de Amanda Weller para localizar al Psicopirata, sabiendo que es el único que puede restituir la cordura de Gotham Girl. La funcionaria le explica que Strange entregó este villano a Bane por una gran cantidad de dinero y que, por ende, debería ingresar en Santa Prisca para capturarlo, sabiendo que esa nación soberana le ha dado asilo político.

David Finch y luego Ivan Reis son los dibujantes de este nuevo inicio que Tom King le da a la franquicia. El estilo de ambos es muy bueno para detallar las situaciones, sobretodo aquellas en donde la acción manda por sobre la trama.

Scott Snyder coescribe las primeras partes, pero afortunadamente su sucesor logra equilibrar el respeto a su legado sin llegar a ser el lamebotas de una etapa que tuvo sus buenos esperpentos. Se agradece, por ejemplo, que nadie haga mención a que Gordon hace poquito fue Batman.

La sensación que se percibe en esta primera parte es de un inicio soft, con una situación bastante menos arriesgada para el héroe que sus últimas peripecias, en las que todo era extremo, sin descanso y orillando hacia la vida o muerte de millones para ajustar la tensión hasta el infarto. Ahora se siente un clima más disfrutable, menos sobrecargado de subtramas aburridas y mejora la experiencia de lectura.

Pero a no equivocarse: desde este momento ya ha comenzado a sembrar en pequeños detalles que parecen aislados los primeros bastiones de lo que su fructífera etapa se convertirá en una verdadera novela, en el buen sentido de la palabra.

Nota personal: 8