Pingüino: dolor y prejuicio

 

"Como señor del crimen de esta ciudad, una regla me ha sido muy útil. Si me menosprecias, me ofendes, me insultas, te ríes de mi... No te castigo a ti, sino a quienes te rodean. Destruyo lo más preciado para ti."

El Pingüino

Oswald Cobblepot es un hombre que evoca respeto, respeto que se ha ganado al provocar miedo en quienes se interpongan en su camino. Vengativo y cruel, capaz de arruinar la vida entera de quién ose molestarlo así sea con un insulto solapado, así como capaz de una generosidad excesiva con quienes han demostrado lealtad y afecto.

En esta revisión de su origen conocemos como un niño desgarbado que fuera vergüenza de su padre y la víctima predilecta de sus hermanos se refugia en su aviario y la devoción a su madre. Es a ella con quien vemos al ya convertido en gran hombre alimentarla personalmente en sus últimos días en la boca.

Vemos el cristal con el que un villano que se ha considerado de pacotilla percibe el mundo y el odio que le generan los bravucones, considerando al Murciélago como el principal de ellos. Y cómo desde muy chico comenzó su camino en el delito, provocando las muertes de sus propios familiares con tal de quedarse solo con la única que lo amó, es decir, su propia madre.

Un complejo de inferioridad físico lo lleva a rodearse de personas que le obedezcan y cuando conoce a una joven ciega siente que debe colmarla de atenciones y obsequios, por más que ella se enamore de su propia caballerosidad.

Gregg Hurwitz reinventa a un personaje conocido utilizando una historia cruel, pero también arropando de su simbología clásica, encajando en la seriedad que se presenta: historias con clima nevado, paraguas, aristocracia... Hay espacio incluso hasta para robots con forma de pingüinos, que es el método que utiliza para herir a lo que más quiere Batman: su ciudad.

El arte gráfico de Szymon Kudranski evoca poesía y dramaturgia, haciendo un enorme juego de luces que dota de un aire lúgubre al estilo de una novela de Charles Dickens.

Una muy buena novela gráfica que vale la pena conocer, centrada en un gran personaje con mucha tela que cortar por más que a veces sólo se arañe la superficie y en donde cierto Encapotado es sólo un actor más de reparto.

Nota personal: 10