Loco

 

"De veras les pido perdón. Ya se sabe que he perdido la calma otras veces. Pero hay ciertos estándares que respetar. ¿Saben? No pueden hacer trampa o terminaremos con un mal producto. Y no podemos terminar con un mal producto. No, eso no servirá. Sin embargo, si se toman el té, les prometo que se sentirán mejor. Es un té muy especial..."

Jarvis Tech 

Una ola de secuestros sin ningún patrón reconocido azota a la ciudad y Batman y Gordon inician las pesquisas, descubriendo a una misteriosa compañía textil llamada Talla Única S.A. que pareciera estar relacionada y sólo un criminal puede formar parte de tan tenebrosa empresa.

Jarvis Tech, el Sombrerero Loco es quién está detrás de tamaña cantidad de raptos y asesinatos con el único fin de obligar a representar un papel a cada una de sus víctimas. Conocemos entonces la historia del poco agraciado hijo de un fabricante de sombreros, enamorado de una compañera de clase llamada Alicia Dee, a la que invitó en sus años mozos a un paseo que recordaba el famoso País de las Maravillas de Lewis Carroll. Fue el día perfecto, pero lamentablemente para él sólo duró aquella ocasión, debido a que ella sólo lo quería como amigo. 

Este rechazo, sumado a sus propios complejos con su imagen corporal al ser más bajo que sus compañeros lo llevaron a pedirle a sus padres que le realicen análisis y, comprobando un notable faltante de testosterona para su edad, aceptó iniciar un tratamiento con suplementos, pero con efectos colaterales de alopecia, pensamientos obsesivos, distorsión de la realidad, agresividad y paranoia.

Todo esto es lo que nos ofrece este arco, presentando la versión más extrema, visceral y despiadada del personaje. Un criminal con un objetivo fijo que no conoce matices y que es capaz de matar con sus propias manos sin inmutarse. Irónico, mordaz, un enajenado que busca reencontrar a su ex compañera y revivir el mejor episodio de su vida pero que no tolerará ver que el paso de los años y la maternidad han cambiado la fisonomía de ese ángel idealizado por años.

El perfil del villano es excelente, sacándolo del lugar de secundario de lujo para reventar todo lo que puede ofrecer con sus características personales, desde el uso de los sombreros que vende para configurar una red de vigilancia personal y usando a cada persona como una cámara, hasta el descubriendo de que toma diferentes tipos de té de acuerdo a lo que precise: estar más agresivo, tener más fuerza, más concentrado. Cada té es un gadget. El propio Batman halla un paralelo en cada tipo de infusión con su propio cinturón funcional.

Batman también se encuentra en la coyuntura de permitir ingresar en su vida a su novia, la pianista ucraniana Natalya Trusevich, que está harta de hacer el papel de adorno y acompañante ocasional y el propio Caballero Oscuro se plantea revelarle su gran secreto.

Gregg Hurwitz escribe uno de sus mejores -sino el mejor- de sus cómics narrando una terrorífica trama que no envidia para nada a una buena película del Murciélago, dejando la pregunta abierta de por qué no se aprovechó tanto a este siniestro personaje con tanta efectividad antes. Porque, de hecho, sus acciones en esta ocasión lo hubieran colocado al estatus de supervillano de tener más difusión o sucederse en una de las series principales.

Ethan Van Sciver y Symon Kudranski hacen un trabajo gráfico espectacular, el diseño de los personajes y las expresiones son un verdadero retrato de la locura en estado puro, y los paisajes y momentos oníricos que la narración requiere quedan plasmados magníficamente.

Nota personal: 10