Jaulas

"No puedes convertirme en monstruo y huir de tu creación! ¡Este lugar era un santuario de sanación antes de que llegaras! ¡Me quitaste mi asilo!"

La Anacoreta

Segundo compilado de cómics de Scott Snyder de dispar e irregular calidad entre sí.

Jaulas, coescrita con Marguerite Bennet y con lápices Wes Craig es probablemente la mejor, en la que el Murciélago es encerrado en Arkham para probar los sistemas de seguridad como si de un interno de tratase, y se pone en la mente de sus enemigos en cada situación y qué ventaja tomarían por cada posta que se le va poniendo enfrente. Del mismo modo, la interna más antigua del Asilo aprovecha la oportunidad para escapar de su celda y buscarlo, mediante a su poder de tunelización cuántica que le permite atravezar formas sólidas. Ella culpa a Batman de arruinar su hospital de sanación al convertirlo en una pesadilla dominada por monstruos. Y si bien la premisa era buena, que el método de venganza sea hacerle revivir los traumas internos (¿no se aburrirán nunca los artistas de dibujar el tiroteo en el Callejón del Crimen?) al héroe se vuelve extremadamente poco original y repetitivo.

En Gotham Eterno, guión compartido con James Tynion IV y dibujos de Dustin Nguyen, Batman se infiltra junto a Harper Row en un local exclusivo de la mafia que regentea Selina Kyle, que por alguna razón abandonó las mallas y la identidad gatuna para volverse una Madrina. Por cierto, Harper Row ya se convirtió en Bluebird, ya que por lo visto para Snyder no había suficientes héroes en Gotham o probablemente se puede ganar dinero en regalías creando uno nuevo. Y finaliza con Selina presentando a una prisionera que aparentemente puede finalizar el caos en que se ha convertido la ciudad, y no es otra que Stephanie Brown, Spoiler, que debuta en los Nuevos 52 tras años de olvido. Esta obra es el preludio de Batman Eterno, serie que no se analizará en esta cronología.

Veintisiete, con arte de Sean Murphy muestra a un Batman anciano despertando a otro Batman más joven para iniciar su actividad como vigilante, dando a entender que Gotham siempre tendrá a un murciélago de turno reemplazado por el siguiente.

 

En Los Mansos, de guión compartido con Gerry Duggan y dibujos de Matteo Scalera, cuando un asesino se desquita con pacientes de Leslie Thompkins Batman castiga al ignoto psicópata internándolo en la celda del Joker, sabiendo la inusitada fama que obtendrá y el disgusto del Payaso contra alguien que no considera a su altura. 

Restos, que también guioniza Ray Fawkes y dibuja Aco es una de las mejores obras, en la que el Encapotado se infiltra en los laboratorios de Lex Luthor, descubre que su adversario intenta clonar a Superman y destruye el laboratorio, luego de robar sus experimentos con un morboso propósito: Bruce Wayne planea tener un clon de sí mismo, con sus propias memorias. Lo que más me gustó de esta historia es la inteligencia artificial del megalómano que proyecta una imagen holográfica de él mismo hablando con el saboteador cada vez que vence una barrera. Bien por Snyder en esta, es algo que Luthor haría.

Quién no sea un fan enfermo de este autor y quiera tener absolutamente todo lo que haya guionizado debería huir de estas historias mientras pueda.

Nota personal: 6