Bloom

 



"Me muero deganas de dejarte con vida para que puedas verlo. Lo que se avecina...la ciudad entera, recultivada, con semillas totalmente nuevas."

Mr. Bloom


Continua la batalla de "Batman", que actualmente es "James Gordon " contra Bloom, y el enemigo en cuestión ya ha mostrado sus cartas: es un villano genérico del montón que quiere llenar toda la ciudad de monstruos como él para salvarla (?). Y por supuesto, debe dar discursos grandilocuentes como político en cadena nacional.


Mientras tanto, Bruce "Eric Clapton" Wayne sigue melancólico, quiere casarse con Jullie y ve que todo está mal. Va a sentarse a un banco en una plaza y se encuentra con un tipo que viene a ser el Joker que tuvo amnesia y probablemente lo sea. Entonces nos estamos dando cuenta que probablemente no sea un cómic de Batman lo que leemos, sino uno de Forrest Gump.


También aparece Duke Thomas, el chico que lo salvara en Año Cero y se pone un casco con una R con total impunidad ya que ningún ex Robin ni el que porta el traje va a aparecer para protestar. Ahora este chico afroamericano además va al Iceberg Club del Pingüino y roba información de su computadora porque para uno de los principales enemigos  la seguridad de sus planes no es esencial. Toda esta subtrama importa poco y nada, pero más tarde Bruce Wayne lo salvará y este chico le recriminará que en su momento fue una inspiración y ahora es un aburrido barbudo voluntario. Todos hablan así para Snyder: con indirectas, haciéndose los misteriosos y nunca jamás diciendo algo de frente. No podría decirle que era Batman, todos deben ser artistas shakesperianos del melodrama.


La cuestión es que Bruce vuelve a la mansión donde está Alfred y yo asumo que lleva rascándose a cuatro manos desde hace meses. Y ahí le pide que lo vuelva a convertir en Batman, mientras el mayordomo le dice que por favor no, llamándolo "mi niño" como ni una madre le diría jamás a su hijo después de los quince años. La idea es sencilla: enchufarle los recuerdos de los clones que intentara crear con tecnología de Lex Luthor en el cerebro así se acuerda de todo. Ahora ya esto es un cómic de Inception. 


Lamentablemente la información sobrecarga su cerebro tanto como el nuestro de tener que leer tantas estupideces juntas, porque se ve que hay que borrar la memoria de los eventos últimos como ciudadano de a pie. Y en un giro que pretende sorprender y emocionar (hago hincapié en la palabra: pretende) Jullie Madison aparece en la cueva porque siempre supo que era Batman como afirma y por lo visto también siempre supo burlar los dispositivos de seguridad para ingresar a la cueva, como códigos de voz, contraseñas o siquiera el baratubo. Y bueno, ella accede a borrarle la memoria y despedirse como si no fuera absolutamente reversible la situación y ponerse de novios nuevamente. ¡Sólo vivieron unos meses como novios! Y bueno, ahora esto pasa a ser un cómic de Eterno resplandor, notablemente.


Luego Batman se une al otro Batman y hacen un mega plan en la que usan no sé qué disruptor y parece muy difícil, una oportunidad entre mil... La típica trama que en cine a contrareloj funciona, acelera la acción, pero aquí es entorpecida, aburrida y repetitiva porque todo el mundo habla sin parar y se tarda el doble de leer que en las páginas en las que no pasa nada. ¿Se puede hacer todo al revés constantemente?


Finalmente Mr Bloom se hace gigante y por suerte Batman lo termina golpeando en un robot Murciélago también enorme, convirtiendo el final de la experiencia en un capítulo ordinario de los Power Rangers.


James Tynion IV escribe una historia complementaria que nada aporta, dibujada por Riley Rossmo.


A esta altura ya todo es insalvable y Greg Capullo no se exime de la masacre que ocasionaron: ya me tienen podrido sus rostros con forma de pera en todos los personajes y por más que las peleas sean cool, así como el diseño del villano, nada puede lucirse cuando tienes que leer más palabras que en la Biblia.


A estas alturas es imperdonable la ausencia de la Batfamilia y su reemplazo por los personajes que el autor intenta imponernos como Duke Thomas que es héroe porque sí, sin haber crecido ni generado algo de interés en los lectores. Jim Gordon también es un orador nato, hasta habla del significado místico de los murciélagos en un momento... ¿cuándo diablos demostró algo de interés intelectual en temas así? Bruce Wayne hizo borrón y cuenta nueva al comienzo y se puede hasta considerar "justo" con él, merece una nueva vida pero... ¿también de su hijo? Parece que una vez que revivió ya dejó de ser importante, ni siquiera se lo nombra por nadie.


Podría rellenar de párrafos esta entrada pero no podría arribar ni a la mitad de lo que quiero expresar. Prefiero resumir con que Scott Snyder ha dejado de escribir a Batman para inventar a otro personaje que tiene un deus ex machina por cada dedo y un dramatismo forzado, irreal y poco interesante. Uno lee esto y tiende a pensar que Espejo Oscuro fue escrito por un amigo de él porque son completamente distintos en todo, sobretodo en el ritmo y la manera de contar historias.


Y aquí termina mi periplo de lectura de los Nuevos 52, dejando el comienzo de la etapa Renacimiento donde muchas cosas vuelven a estar como antes de este cambio editorial, y otras se mantienen de la manera menos armoniosa posible, como acostumbra hacer DC.


Nota personal: 1




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