Año cero parte 2
"Ha llegado el momento del día en que uno de los suyos, cualquiera, tiene la oportunidad de dar un paso adelante y romper ese hechizo oscuro que he lanzado sobre esta bella ciudad."
Riddler
Batman logra encontrar la guarida del Doctor Muerte para descubrir que sus asesinatos encubrían un plan mayor: aparentemente Riddler lo ha estado usando para que se apodere de no sé qué tenían los científicos de WayneTech y el tipo entonces los mató. El mejor detective del mundo ve los planes de este villano y alerta a Gordon y a la policía de que lo detengan pero es tarde. El Murciélago se pelea y le gana al doctor que ya esa altura está cada vez más deforme, cual enemigo de un Resident evil cuyo cuerpo se va transformando en cada tratamiento armamentista sobre él. Nigma, no obstante logra ejecutar su plan maestro: inunda la ciudad y la priva de energía eléctrica.
Un mes y pico después Bruce Wayne despierta de un supuesto coma en la casa de un chico llamado Duke Thomas que mantuvo a un adulto convaleciente como si nada en su casa y por meses sin ningún tipo de asistencia. Es notable lo bien que le sentó estar un mes privado de alimentación: ni siquiera se lo ve enflaquecido, su tono muscular es vigoroso y su estado anímico rebosa de bienestar. Necesitamos más chicos así y menos terapias intensivas por lo visto.
Gotham en cambio ahora es controlada por Riddler que ha dispuesto cámaras por todas partes, está cubierta de vegetación, vigilada por robots y desde un coliseo quiere que la gente le diga acertijos una vez al día a cambio de liberarlos de esa situación post apocalíptica. Y si él resuelve el acertijo arroja al que lo formuló a los leones. Sí, tiene leones. Todo esto ocurre en el primer año de Batman. ¿Cómo pudo empeorar la tecnología en los siguientes años? Uno no puede dejar de preguntárselo. No quiero ser tan crítico de comienzo pero creo que todo este rollo funciona mucho mejor con Superman que con Batman, y una ciudad hiper controlada con máquinas es más propio de Lex Luthor o Brainiac.
Muchos veneran esta visión de Riddler que entienden que lo ha subido al escalafón de supervillano, volverlo más maníaco e incluso equiparlo al Joker. Concuerdo pero negativamente: lo equiparan en lo que no me gusta de lo que hicieron del Joker, un mega asesino psicótico sin sentido y siempre triunfante excepto contra Batman porque la tiene más larga y es más capo. Aquí, el recurso de volverlo a Riddler tan dominante no tiene pies ni cabeza: se apoderó de los secretos de los Capucha Roja y obtuvo la tecnología de WayneTech. Y todos los demás son idiotas que no pueden con él. Ni siquiera el Gobierno de Estados Unidos, ni existe ningún héroe fuera de Gotham. Vamos, si yo quiero hacer un cómic donde una pulga domina el mundo y hago que todas fuerzas armadas actúan como tarados sucedería lo mismo.
No se entienden sus motivaciones. Y otra cosa: habla hasta por los codos. Parece a esos usuarios de Facebook que hablan de política, economía, fútbol y moda con total desfachatez. Cuando Batman le habla, sabe biología y todas las variantes de murciélagos, también habla de culturas antiguas, de tecnología, del cambio climático... La única satisfacción es verlo derrotado, algo que también ocurre previsiblemente.
Batman por suerte está vestido a la moda, a lo Mad Max con máscara y una moto que le permite exacerbar su testosterona, y vender sus muñequitos que parecen un Conan El Bárbaro motorizado. Junto a Gordon y Lucius Fox, van iniciando el rescate de la ciudad en un momento que podría ser dinámico y divertido... pero está repleto de diálogos.... Toneladas de palabras en páginas llenas de viñetas que hacen que parezca un cómic de los sesenta o setenta y cuyo tono de seriedad hace interminable la lectura. Los desafíos y juegos de palabras del villano ya por esa altura, así como el constante despliegue de datos sólo sirven para que uno deba aplaudir a tooodo lo que sabe Scott Snyder y pueda decir que es un tipo culto y yo qué sé.
Todavía no entiendo el endiosamiento de esta etapa. Releerla y repensarla, tratando de sacarme las sensaciones iniciales no me sirvió para revalorarla como me ha ocurrido con otras historias u obras artísticas que inicialmente no pude difrutar pero por carencias personales o un análisis superficial. Siento que, por el contrario, Año Cero sólo puede gustar a los fans ciegos de una visión del personaje o que defienden a este autor que hizo mejores obras.
Y todo esto lo digo sin comparar con Año uno, entiendo que haya querido hacer algo menos centrado en la ciudad y su atmósfera corrupta para mostrar al héroe y su universo en una nueva etapa que pretendía romper en ventas. Simplemente, entiendo que esta trama funcionaría mucho mejor en un universo paralelo, un videojuego o un capítulo de la serie animada. Como historia canónica está repleta de agujeros por todos lados.
Nota personal: 5


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