Año cero parte 1

 "No, verás... Esto es sólo el principio."

Red Hood Uno

Es el comienzo de un nuevo universo compartido para DC, y con ello se han reemplazado varios orígenes y estados de los personajes y locaciones.

En Gotham, esto inicia con Bruce Wayne, hijo pródigo que tras un viaje formativo por diversas partes del mundo, ha decidido regresar a la ciudad para iniciar una cruzada contra el crimen. O al menos eso deducimos de lo que sabemos del personaje, ya que al parecer no se ve defendiendo a nadie en las calles. Esta lucha simplemente se basa en usar disfraces distintos para infiltrarse en la banda de Capuchas Rojas, un grupo delictivo encabezado por un misterioso y sádico líder que organiza golpes utilizando a diferentes ciudadanos a quienes chantajea para oficiar de cómplices involuntarios.

Sin embargo, ha decidido mantener su propia identidad civil oculta, dejando creer a todos que ha muerto, a fin de mantener una tapadera absurda ya que reside en su propia mansión familiar, hecho que advierte su propio tío Phillip Kane quien dirige las empresas Wayne. Por alguna razón, tiene de asesor a un tal Edward Nigma que quiere que asesine a su sobrino para tomar el control de una empresa que ya poseen. Esto produce una separación entre estos socios ya que Phillip no quiere hacer semejante atrocidad, y Nigma, en cambio, se adelanta contratando a los Capucha Roja para que ejecuten al joven, algo que nunca entiendo por qué no terminan de hacer después de algunos golpes disparos y discursos. Sí, el líder habla hasta por los codos, mal endémico en esta etapa con este autor.

Este ataque serviría para que Bruce Wayne decida usar un traje de murciélago en sus correrías, pero manteniendo una personalidad exactamente igual de combativa cuando no tenga el disfraz puesto sin que nadie ate cabos.

Y aquí empieza lo "bueno". Porque también nuevos orígenes de otros colaboradores asiduos del Caballero Oscuro. Dick Grayson es el mismo atlético gimnasta aunque ya es adolescente y bastante fanfarrón y engreído al ocurrir la trágica función que acabara con sus padres, Tim Drake es un estudiante sabelotodo que descubre un robo en su comunidad educativa con un speech y formas que recuerdan a Lisa Simpson y, Jason Todd es un ladrón que asalta comercios pero les dice su nombre a las víctimas para empatizar con ellos y ser simpático. Sí, tiene mucho sentido.

Previsiblemente, Batman logra derrotar a los encapuchados en la planta química Ace y el líder cae en una igualmente esperable piscina repleta de ácido. ¿Qué será de él?

Con la banda disuelta, la ciudad comienza a sufrir apagones de parte de Edward Nigma, ahora autotitulado como Riddler y también el azote del Doctor Muerte, un ex científico de WayneTech que asesina a viejos colegas acelerando el crecimiento de sus huesos y dejándolos deformes. Hacía falta un elemento gore por lo visto.

Y como hemos dicho, Bruce Wayne es un combativo ciudadano que está harto de la corrupción que envuelve su ciudad y ni siquiera disimula en demostrar su espíritu con vehemencia, llegando a discutir con Gordon porque lo ve como otro funcionario prendido a los robos y con sus propios esqueletos en el armario.

Scott Snyder escribe una primera parte de un arco que debería juzgarse como mínimo como polémico, pero la enorme cantidad de ventas le ha permitido no tener la crítica honesta que merece, probablemente también por ser del gusto de los críticos. Como obra que pretende no emular a Año uno y cambiar esa novela negra por una épica aventura cumple el fin de entretener, sin embargo no creo que supere la media de calidad de un arco  Y trato de ser cordial pese a los cambios históricos en personajes moldeados ahora en una nueva faceta que no termina de simpatizarme. El estilo narrativo también es pesado, no ya por el ambiente del guión, sino por la excesiva cantidad de diálogos, discursos, monólogos y conversaciones insustanciales que alargan y aburren excesivamente.

El dibujo de Greg Capullo es otra cosa, arte magnífico que mejora o hace más llevadera la experiencia. Se destaca en las escenas de acción, como también en las figuras aterradoras que evoca el daño perpetrado por el Doctor Muerte, incluyendo el propio aspecto del villano. 

James Tynion IV también hace su aporte como coautor y Andy Clarke como codibujante del presente volumen.

Nota personal: 6