Amanecer dorado

 

"¡Si salgo en las noticias, él me encontrará y me matará! ¡Tienes que protegerme!"

Dawn Golden

El secuestro de una acaudalada joven que conociera en su infancia hace que Bruce Wayne tome como objetivo hallarla, aún pese a haber delegado los acontecimientos de Gotham a Dick Grayson.

En esta aventura que transcurre completamente de noche, Batman interroga a Killer Croc -quien se encuentran sobreestimulado por el uso de veneno- sobre el paradero de ella, Dawn Golden y las pesquisas lo llevan a un bar de mala muerte donde cae prisionero de Pingüino. Al parecer, ella había despreciado y humillado a Cobblepot, lo cual llevó a que el célebre criminal no impidiera su secuestro.

Mientras tanto, vemos historias paralelas de un Gordon asesiado por la prensa por no tener progresos en la investigación, recibiendo el boicot de un subordinado para hacerse con el cargo y hasta de una ladrona adolescente que se hace del mismísimo Batmobile. Todo esto cae en punto ciego, probablemente por la renovación de esta colección con el inminente nuevo universo de los Nuevos 52, llevando al misterio de qué se pretendía con estas subtramas. En una lectura casual, se sienten como relleno.

Jason Blood toma la forma del demonio Etrigan y se pelea contra uno de sus pares que al parecer está asesinando vagabundos sin que nunca se explique por qué y luego se alía con él a cambio de recuperar su rima, que la ha perdido.

Batman halla a Dawn Golden pero la joven lejos de tranquilizarse le expone al héroe que está en peligro de un riesgo aún mayor: su padre era líder de una secta milenaria que pretende reencarnar en su cuerpo y sus seguidores no pararán hasa encontrarla. De hecho, todo confluye en un sacrificio donde vemos la verdadera naturaleza del señor Dawn, con aspecto notablemente demoníaco, demacrado y dueño de extraños poder oficiando como sacerdote.

David Finch escribe y dibuja esta trama oscura de terror clásico que abarca más de lo deseable, donde se luce más en su capacidad con los lápices que en la de narrador. Jason Fabok toma el relevo en dibujar los últimos cómics, en lo que uno puede especular un apuro por cumplir con las entregas. Y aunque las intenciones son interesantes, la sensación de carencias y falta de desarrollo pesan en la apreciación total.

Y con esta entrada, este blog cierra la etapa clásica del personaje antes de un nuevo universo con rebooteo post Flashpoint. A partir de ahora, muchos orígenes serán revisados y varios acontecimientos vividos por el personaje serán modificados, reemplazados o directamente desplazados para bien y para mal, cayendo lamentablemente en muchos casos en inconsistencias.

Nota personal: 7