Detective parte 1

 "Ante usted se halla Edward Nigma, un hombre renacido. Según mis médicos, mis antiguos y aberrantes métodos han desaparecido para siempre, y han dejado intacta, si se me permite decirlo, mi brillante mente analítica."

Riddler

Cuando Paul Dini tomó la serie Detective Comics a su mando dejó que su etapa se distinguiera por tomar las características de investigación de Batman como los principales nudos narrativos, en historias cortas y autoconclusivas.

Asi bien, hay dos casos iniciales en los cuales se investigan crímenes con acaudalados ciudadanos como foco principal y en el segundo, el crimen de una mujer que ha sido visto con Bruce Wayne recientemente. Cabe destacar la presencia de Riddler en esta y las siguientes historias como competencia: tras un año en coma y oportunamente habiendo olvidado la identidad secreta de Batman, ha decidido enmendar su conducta reformándose como investigador privado. Queda claro que la incorporación de este personaje de aquí en más es para hacer sobresalir la inteligencia del mejor detective del mundo, y el contrapunto quedará bastante bien logrado.

Nota aparte merece el momento en que cotejan pistas juntos en el batmobile y el otrora villano asegura que es la primera vez que viaja en ese vehículo consciente, mientras que Batman le advierte que no toque nada.

Luego hay espacio para la mejor versión de Poison Ivy a mi parecer, cuando es atacada por una monstruosa planta y recurre a Batman y Robin en su defensa, para descubrir que no es más que el karma de tantas malas acciones y maldades. Me gusta que se recupere su misoginia y crueldad como marca personal, en los últimos tiempos esta faceta ha sido dejada de lado en pos de posicionarla como antiheroína.

Royal McGraw en tanto realiza un aporte guionizando el regreso del doctor Phosphorous en busca de venganza de quienes lo convirtieron en una flama ardiente humana, sólo para darle continuidad a las historias de Steve Englehart y Marshal Robins pre Crisis.

Hay un muy divertido cómic en el que Bruce Wayne asiste a la inauguración del nuevo Iceberg Club del Pingüino, ocasión en la que se encuentra con Lois Lane y descubren gracias a Zatanna que el dueño de casa está siendo desfalcado por jugadores de póker que han secuestrado al mago Loxias. Éste último pudo haberse escapado pero encuentra divertidos a los villanos rocambolescos de Gotham. El cierre, con Batman devolviéndole un saco lleno de dinero al Pingüino es un un gag inolvidable.

El cierre de oro de esta parte no podría ser mejor: Robin queda en fuego cruzado entre dos bandos criminales y alguien le ofrece escape en un auto, pero resulta ser el Joker. He aquí una de mis historias favoritas del Príncipe Payaso del Crimen, donde un maniatado Tim Drake con luces de colores debe ser testigo de cómo el demente con gorra navideña atropella transeúntes maníacamente en la nevada noche.

En tiempos de sagas largas, densas e interconectadas, Paul Dini nos regala un soplo de frescura, relajación y mucha diversión. Viejo conocedor de los personajes, sabe utilizar lo mejor de cada uno y recordarnos que Batman es mucho más que un sujeto sombrío repleto de planes de contingencia. Imposible no comparar cada aventura con un capítulo de la Serie Animada donde brillara en su esplendor.

Los ilustradores de la etapa son Don Kramer, Joe Benítez, Marcos Marz y J. H. Williams III, de notable talento cada uno.

Nota personal: 9