Juegos de guerra, segundo acto

 "Todo lo que pasó lo planeé. Cada variable, cada asesinato y traición. Debería haberme dado cuenta antes, pero no lo hice. Y ahora es demasiado tarde."

Batman

La ciudad sigue sumida en los conflictos armados permanentes y todo lo que intenta hacer Batman son palos de ciego.

Se reúne con el comisario Atkins solicitando que como medida extrema le permita el control de sus fuerzas de manera total por ocho horas. Ese petitorio hace que el oficial lo descalifique y pese al pedido del Murciélago a su viejo amigo James Gordon de intervenir en esa situación sólo obtiene una negativa.

Tim Drake, en tanto, entiende que el deber lo llama y vuelve a ponerse el traje de petirrojo, dando sus motivos a su padre y consiguiendo que éste ayude a Leslie Thompkins en sus labores humanitarias que cada vez le cuestan más. En un momento recibe la visita de Catwoman quien le informa cómo fue Stephanie Brown la causante del caos al desconocer que Matches Malone era Bruce Wayne. Sin embargo, la médica hace una lectura interesante: el culpable de todo el caos reinante es Batman quien organizó planes de contingencia injustificados.

Alguien sigue ganando poder con los mafiosos, uniéndose a la mafia rusa y exterminando a la colombiana. Al mismo tiempo esa persona va recabando hábilmente información para su huerta. Se trata de la misma persona que intentó poner a Silencio de su parte.

De pronto se produce un corte de luz e, irónicamente, la mente del Caballero Oscuro se ilumina. Él sabía que habría un corte de luz ya que él mismo programó tal contingencia. Ahí se entera que tal archivo con el plan fue manipulado por Spoiler y entonces envía a sus contactos a buscar a Orpheus, dejando en claro que él es la clave de todo.

A todo esto, nadie puede contactar al falso mafioso y vigilante ya que se ha sacado su casco y no cuenta con la protección de Onyx. Spoiler llega para hablar con él y explicarle todo para resolver de una vez la crisis... Pero sólo llega para ver cómo lo asesina aquél que venía recabando información a costa de sangre: Máscara Negra.

Es entonces cuando la blonda jovencita es torturada con un ensañamiento que jamás vi en historia alguna de Batman, ni aún con el Joker mismo. Máscara Negra en su afán de hacer ganancia de pescado del río revuelto la corta, la desangra, la apuñala, la perfora con un taladro eléctrico munido de un grupo electrógeno portátil. Uno sólo puede observar pasmado y pensar qué era lo que tenían los autores contra Stephanie Brown para tamaña cantidad de castigos y de manera tan explícita y visual, dejándola absolutamente destrozada y sin poder callar más todo lo que sabía.

Batman cree contactar a Orpheus que en realidad es Máscara Negra disfrazado y entre ambos vencen a Zeiss, aunque Roman Sionis lo libera para que difunda el mensaje de que todos los mafiosos vayan al anfiteatro Robinson. 

También hay tiempo para ver como este matón se reúne nuevamente con Silencio y como el villano le asegura que no le importa tomar la ciudad pero sí perjudicar al Caballero Oscuro y le ofrece un dato crucial: la dirección de la baticueva.

El murciélago, en tanto, tomó la polémica decisión de hackear las redes policiales y ordenar a todos los efectivos a reunirse en aquel lugar, asegurando tener un plan para solucionar la guerra de manera definitiva. La convocatoria de policías es parcial, entre los que confían en el vigilante y aquellos que empiezan a soltarle la mano porque nada está resultando bien. 

El horizonte no se ve muy claro.

Brad Walker, John Proctor y Mike Huddleston se unen en gráficos al cuerpo de artistas de la parte anterior.

 Nota personal: 9