Juegos de guerra, primer acto.
"Las autoridades se muestran reacias a dar detalles concretos sobre lo ocurrido durante esta sofocante noche Gothamita. Varios testigos han informado de un gran tiroteo. Y desgraciadamente, a juzgar por la cantidad de paramédicos presentes, ha habido muchas víctimas."
Arturo Rodríguez
Spoiler se encuentra en los muelles vigilando una inesperada reunión nocturna entre los jefes de las principales cabezas del crímen organizado. Todos y con sus respectivos guardaespaldas, que incluyen a os líderes de las mafias de Odessa, la mafia colombiana, Scarface, el Pingüino, Lew Moxon e incluso Orpheus han sido convocados en esa localización y en ese momento sin que nadie sepa a ciencia cierta por quién. Catwoman, que pasa casualmente, se sorprende de la situación y habla con Spoiler al respecto, pero entonces la tensión entre tantos elementos criminales juntos se desata cuando uno intenta sacar un encendedor y la desconfianza inicia una balacera de proporciones extremas. Las ramas se dispersan pero queda claro que ha comenzado una guerra de bandas, así no sepan quién haya iniciado la situación al convocar ese encuentro fatal.
Comienza así una trama digna de combate, donde los líderes caídos son reemplazados por segundos y abatidos por competidores que ansían ampliar su territorio. Se ve, por ejemplo, al Pingüino comerciar con villanos como ejército y a alguien misterioso cuyo rostro no se ve queriendo que Silencio y Prometheus tomen partido por su lado. Merece también la mención la cobertura periodística sobre la situación, en especial la del cronista Arturo Rodríguez, que en un principio se muestra férreo defensor del accionar del Murciélago para con la ciudad en la crisis.
Batman y Oráculo comprueban que los delitos, sabotajes, saqueos e incendios se multiplican constantemente y en distintas direcciones, siendo necesitados en todos lados a la vez y con escasez de recursos ante la ausencia de un Robin. Por ello convocan a Nigthwing, quien curiosamente se encuentra en un momento desenfocado de su atención tras verse implicado en la muerte del jefe mafioso Blockbuster de Bluüdheaven, en lo que también estuvo implicada Tarántula. Ese secreto y esa culpa lo mantienen por debajo de su acostumbrado nivel, algo que se sentirá.
Esta antiheroína también lleva a Gotham y toma el control de una banda latina, al ver que son niños que pueden ser salvados. El murciélago acepta esta intromisión más por necesidad que por convencimiento.
Batman en tanto, le pide a Orpheus que se una a la mafia japonesa sabiendo que son menos y controlables, pero esto se le vuelve en contra al resultar herida Onyx, su principal refuerzo. Tambien quiere que se fusione a la banda de Tarántula pero ella se niega a aceptar ese riesgo.
Las mafias redoblan la apuesta al romper códigos de siempre de no atacar a familiares de gángsters, por lo que Batgirl logra salvar a esposas e hijos menores se edad de tiroteos en una plaza. No obstante, Darla Anquista, compañera de Tim es blanco de un intento de secuestro en su propia escuela al ser hija de un pistolero.
Tim Drake intenta convencerse todo este tiempo que es un civil y que debe llevar la vida de un adolescente común, pero el deber lo llama e impide el siniestro a la vista de sus compañeros que se asombran de sus habilidades de lucha, de táctica y de manejo de situaciones. Lamentablemente la policía, la prensa y otros grupos mafiosos se aglutinan en la institución obligando a él y a sus compañeros y profesores a refugiarse dentro. En ese interín, Darla es baleada.
Mientras, Catwoman intenta proteger su zona y lleva a un herido a la clínica de Leslie Thompkins, donde la buena doctora le confiesa su hartazgo de ver a Batman poniendo en el frente a niños en una cruzada sin final feliz promisorio. Luego se cruza con una atemorizada Spoiler y decide que debe haber tenido relación con la gran trifulca urbana debido a su presencia en los muelles la noche del tiroteo y Stephanie le cuenta su verdad.
La joven estaba furiosa tras su distitución como Robin y buscando la aprobación de Batman decidió tomar uno de sus célebres planes de contingencia para mostrar su capacidad. En él debían reunirse todas las cabezas mafiosas para caer todas bajo un solo líder y que ese sería un señuelo al servicio de Batman. Sin embargo, esa última persona jamás se presentó y se trataba de un tal Matches Malone, lo que propició la crisis que estaban sufriendo.
Mientras tanto, Batman, Nigthwing y Batgirl se infiltran en el instituto asediado por criminales y tras contactarse con Tim y recibir su reporte de situación, vencen a todos los atacantes pero la necesidad obliga al Murciélago a llevar en brazos a la agonizante adolescente ensangrentada por la puerta principal, a plena luz del día y frente a toda la prensa, con todas las connotaciones y lecturas que ello implica.
Devin Grayson, Anderson Gabrych, Al Liederman, Ed Brubaker, Bill Willingham y Dylan Horrocks son el nutrido grupo de autores de esta olvidada saga que cruzó todas las colecciones de la época, acompañados en gráficos por Ramon Bachs, Pete Woods, Troy Nixey, Mike Lilly, Al Barrionuevo, Javier Pina, Giusseppe Camuncoli, Sean Phillips, Kinsun y Paul Gulacy.
Comienza así una de las situaciones más extremas, creíbles e incontrolables donde la ayuda no parece dar a basto y no hay tiempo para pensar, donde Batman se ve obligado a improvisar sobre la marcha y cambiar de planes constantemente, con la creciente sensación que nada de lo que haga dará a basto.
Nota personal: 9


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