Tierra de Nadie parte 1
"Sólo tienes que recordar que nunca puegues pronunciar ese nomgre. Si no decimos su nomgre, no existe."
Scarface
Tierra de Nadie es una zona abandonada por Dios. Los viejos códigos y leyes que corrieron en las calles de un lugar que fuera llamado Gotham ya no tienen vigencia. La entrada está prohibida.
No hay electricidad, no hay tecnología. No hay autoridad que imponga el orden ni que cuide a la población. Dividida en diferentes terrenos, la ley del dueño de su ala impone su voluntad ya sea Scarface, Dos Caras, Killer Croc, los ex policías de Gotham o la Cazadora, entre varias pandillas en un mapa que se va modificando paulatinamente. Las paredes son marcadas con grafittis que simbolizan al dueño de la cuadra. Otros simplemente hacen lo que pueden como Leslie Thompkins y su hospital de campaña. Barbara Gordon, Oráculo, opera como fuente de información y cronista de época, probablemente por tener valores y ego heredado de su padre.
El trueque y el robo son el modus vivendi en un lugar donde escasean los alimentos y la medicina, un lugar que lleva tres meses olvidado por el mundo... Y por Batman quien lleva tres meses sin ser visto ni se tienen noticias de él. Mención aparte merece El Pingüino quien se enriquece día a día con el comercio y se sospecha que tiene contactos con el exterior.
En estas primeras páginas se observa cómo reacciona cada sector al mundo en el que vive, donde Gordon y sus hombres intentan ganar territorio para anexar a su área de influencia y recurren a fomentar guerras de pandillas. El capitán Petit, de tendencia más conservadora es partidario de emplear la violencia lo que produce desencuentros con su jefe, pero de momento son negociables. Gordon, sin embargo se cuestiona sus propias medidas y culpa sólo a alguien de todos sus pesares: a Batman, el amigo en el que confió y lo traicionó abandonando la ciudad, tomando el camino fácil.
Sin embargo una nueva figura de Murciélago ha aparecido pero es una mujer enmascarada que emplea el mismo modus operandi de las bandas. La sensación de un regreso de Batman ayuda los pobladores más aún cuando el verdadero portador regresa y descubre un mundo que ya no conocía. Sin pérdida de tiempo logra destronar a Scarface de su sector para notar sorprendido que los habitantes de la zona lo veían como su protector por lo que se obliga a asumir el mismo rol mal que le pese. Ante la situación permite a la nueva Batgirl que opere con su signo.
La siguiente historia muestra el refugio del padre Chris donde la Cazadora encuentra hospedado al Espantapájaros e intenta que sea expulsado pero el decente cura hace prevalecer su autoridad y valores de buen cristiano. La influencia de este villano en el lugar da paso a una de sus más gloriosas historias al convencer al religioso que negocie con el Pingüino a mantener el excedente de armas de este hombre a cambio de alimentos. A partir de ahí es increíble el poder que tiene Crane para la sedición, la tensión que logra transmitir dentro de los refugiados y feligreses en el ambiente sin necesidad de emplear su clásico gas del miedo (a mí me recuerda por momentos a la fanática religiosa de La niebla, de Stephen Kings) lo enalza como uno de los mejores villanos del mundo.
Nueva época y nuevo equipo de creativos que traen una renovación interesante. Bob Gale, guionista de Volver al Futuro y Davin Grayson, autora que brillará de aquí en adelante nos traen una historia sin fisura alguna.
Alex Maleev y Dale Eaglesham nos regalan las postales gráficas de este comienzo de etapa donde se permite mantener la esencia del personaje moviéndolo de su terreno de confort.
Nota personal: 10


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