Cataclismo parte 1

 "Disfruta tu pequeña victoria, Grayson. Porque va a ser una noche muy larga. Y los finales felices no van a ser algo habitual."

Nightwing

Un devastador terremoto sacude Gotham. Si bien Bruce Wayne había contratado a una sismóloga para registrar lecturas sísmicas irregulares sus llamadas a la batcueva no fueron respondidas al estar deshabitada en ese momento.

Desmoronamiento masivo de edificios, incendios por doquier, inundaciones y la carencia de agua potable y de electricidad se suceden simultáneamente mientras las víctimas fatales y heridos se multiplican. Sólo los edificios protegidos por Wayne Enterprises han tomado los recaudos de tomar previsiones contra terremotos, pero la mansión irónicamente no es uno de ellos y se desploma como cartón barato.

Es interesante cómo la inclemencia quita de su elemento a varios de los personajes principales. Batman es atrapado junto con Alfred en la cueva que, lejos de refugio se ha convertido en una trampa mortal, mientras que Gordon es aplastado casi poéticamente por la señal del vigilante que siempre ha apañado, Anarquía y Bullock unen fuerzas para rescatar personas atrapadas y una irreconocible Catwoman llora desconsolada y hecha pedazos cuando una niña muere en sus brazos.

Nigthwing se acerca por vía marítima a su ciudad natal a ayudar con las tareas de rescate, pero es Barbara quien toma el mando en un cuartel de policía que ha mantenido su integridad estructural no así la moral, dado que al fin y al cabo los oficiales no dejan de ser humanos con sus propios miedos en juego ante la desgracia.

Y no hay mucho tiempo para actuar ya que las réplicas son inminentes.

Chuck Dixon, Alan Grant, Doug Moench, Devin Garyson y Klaus Janson (quien también ilustra una historia propia) conforman el tándem que redacta la historia que más arriesgara hasta la fecha al universo del murciélago. Por primera vez el héroe pasa a ser uno más en un lugar que ya dejará de ser el que conoce y no tendrá ventajas en su lucha.

Mark Buckinghman, Scott McDaniel, Graham Nolan y Jim Balent ilustran la tragedia con la atención precisa que requiere la narrativa, con multitud de detalles y fondos que dan certezas de la magnitud del desastre.

Nota personal: 9