Una muerte en la familia

 

"Un simple vistazo lo dice todo. No hace falta comprobar el pulso, pero lo hago de todos modos. Nada... Lo he perdido. Se está enfriando al tacto. Ha muerto."

Batman

Las recientes actitudes de Jason Todd, y su comportamiento imprudente, irascible y desmedido han hecho que Batman decida suspenderlo indefinidamente ya que entiende que su compañero no controla sus emociones ni su comportamiento.

Depresivo y decepcionado, visita su viejo barrio y una vecina le entrega efectos personales suyos que tenía a su cuidado entre los que figura un documento increíble: una partida de nacimiento que revela que su madre biológica no es aquella que conoció y debe rastrear a la verdadera, averiguando su identidad de tres posibles de acuerdo a la agenda de su difunto padre, todas ellas localizables en Medio Oriente.

Y mientras él inicia su peculiar búsqueda por Medio Oriente, el Joker ha escapado de Arkham y viajado a la misma zona buscando recuperar capital, implicándose con grupos terroristas locales.

La coincidencia de ambos personajes y la traición de la madre de Jason conllevará a un desenlace fatal, previsible tanto por el desarrollo de la narración como en el arte de tapa de todas las ediciones a la fecha.

Jim Starlin escribe un cómic de grandes consecuencias para el protagonista, para su universo y, por extensión, para la historia del género. El asesinato de un coprotagonista, siquiera en desgracia e impopular, pero siendo además menor de edad encumbra al villano al pináculo de las grandes ligas, batiendo el récord posible -si es que eso existe- de mayor nivel de atrocidad perpetrado hasta ese momento. La participación del público como elección de tal curso de acción además le otorga un valor especial como hito y efeméride.

Jim Aparo realiza su arte con maestría, dejando imágenes para la posteridad como la brutal golpiza con una palanca de hierro de parte del Joker o la terriblemente magnífica, eterna e irreversible imagen de un acongojado Batman levantando el cuerpo inerte de un fallecido Robin.

Ningún cambio editorial ni vericueto de ficción jamás modificaría lo que ocurre después de esta muerte y ensombrecería para siempre a un ya de por sí oscuro caballero.

No estamos ante una obra perfecta, contiene referencias muy específicas que lo hacen envejecer mal, como la presencia del Ayatollah Jomeini; abusa -demasiado- del recurso de la sinopsis y resumen de capítulos y arcos anteriores y posee un final anticlimático y decepcionante que deja un sabor a poco que perdura.

Nota personal: 7