La secta

 

"Mi realidad presente no es una visión agradable. Es agonía y delirio "

Diácono Blackfire

Varios cuerpos de pandilleros, mafiosos y proxenetas han aparecido violentamente asesinados , mientras que, al mismo tiempo y de manera curiosa, las personas sin hogar y desamparadas no se observan durmiendo en las calles como otrora.

En una investigación, Batman es herido tras un descuido y es secuestrado por el responsable de tales masacres y encadenado en las alcantarillas de la ciudad. El autoproclamado diácono Joseph Blackfire es un hombre que ha formado una fila de adeptos entre la gente carenciada y los convence a base de privación de alimentos, drogas y discursos adoctrinantes que son parte de una misión divina de erradicar el crimen.

Tras una larga resistencia, el propio Batman es inducido a formar parte del ejército mesiánico de este siniestro personaje y participa activamente de los operativos sangrientos de cada cuadrilla, hasta que logra separarse del grupo y ser rescatado por Robin.

Aún así, a medida que aumenta el clamor popular por el exterminio de delincuentes Blackfire inicia un plan de aniquilar a las autoridades de la ciudad, acusándolas de negligentes y liberales ante la maldad y toma el poder de Gotham.

El dúo dinámico deberá deponer a este falso salvador y recuperar una ciudad que ha sido abandonada a su suerte por el gobierno nacional luego de innumerables bajas en sus fuerzas armadas.

Jim Starlin es autor de esta sangrienta, denunciante y -sobre el final- bélica novela gráfica en la que se ve a un héroe desmoronado, con todas sus defensas mentales destruidas por su largo cautiverio. Con respecto al villano, el esfuerzo del autor en demostrar desde el primer momento que es sólo un embustero rompe bastante del carisma que necesita un líder para convencer tanto a las masas como al lector, probablemente debió haber un esfuerzo mayor de inspiración para convertirlo en un ser más hipnótico y convincente.

Es una novela interesante, pese a que muchas veces posee excesivo texto y diálogo que enlentecen la lectura .

Sin embargo, su mayor defecto es otro: fotocopia recursos de El regreso del Caballero Oscuro, como los cuadros con televisores llenos de personas opinando (que tienen sentido en la historia, pero se repiten y ya se han visto en la obra de Miller) y la aparición de un mega tanque por parte de Batman y Robin para realizar la invasión a la ciudad.

Bernie Wrightson, sin embargo, realiza un arte soberbio, de ambientación bastante onírica por momentos, por otras excesivamente gore, y creando una atmósfera de desesperanza y opresión única.

Nota personal: 8