La broma asesina

 "Al sentirte como pasajero de un horrendo tren de pensamientos que se dirige a lugares insoportables del pasado, recuerda que siempre quedará la locura. La locura es una salida de emergencia."

El Joker

Una vez más ha escapado del Asilo Arkham su paciente más famoso y un frenético Batman inicia su búsqueda, pese a que en un principio se mostrara reflexivo y dispuesto a capitular con su rival una salida que no implique el riesgo de matarse mutuamente.

El Principe Payaso del Crimen no hace esperar para dar la nota ingresando a la vivienda del comisario Gordon, dispararle a su sobrina Barbara, tomarle fotografías y secuestrar al dolido policía.

El Joker tiene la teoría que la diferencia entre los engendros como él y Batman y los hombres corrientes se deben a algún trauma del pasado y decide hacer experimentar eso mismo a su rehén para probar su teoría.

La historia está salpimentada de flashbacks de lo que pudo ser el pasado de este villano: un comediante mediocre recientemente viudo que participara de un malogrado robo a una planta química portando una extraña capucha roja, marca personal de los maleantes que lo instan, y su caída al agua con desechos radiactivos, modificando su aspecto físico para siempre. 

El plan del Joker es absurdo pero encaja con la idea de un personaje que no está en sus cabales y que no conoce matices. 

Batman probablemente esté un poco fuera de personaje al tratar de perdonar a su némesis antes y después de las atrocidades que ocurren, dejando también un ambiguo final que hizo que se tomara fuera de la continuidad canónica para un sector de los fanáticos.

Es el fin de la Batgirl como se conocía y comienza una etapa más injusta para con ella pero mucho más interesante para los lectores que explotará más virtudes de ella que no estaban presentes en su faceta de superheroína.

Alan Moore escribe una novela gráfica corta de duración, pero que la multitud de detalles que encargara al dibujante Brian Bolland y el talento del artista plasma con precisión y un amor que se agradece, deleitando en prácticamente una obra de arte en cada viñeta. Ambos autores cuentan más de lo que dicen, narrando en lo visual, y en mi opinión personal las traslaciones con imagenes similares entre cuadro y cuadro es una lección de verdadera dirección creativa.

 Una historia fundamental del Joker y de los comics en general, ineludible y de lectura más que obligada.

Nota personal: 10