Gritos en la noche

 

"Los que maltratan generalmente fueron maltratados."

Brysn McLean

Batman es una persona que no puede dormir por las noches y debe patrullar para acallar pesadillas internas, infundiendo el terror en aquellos que lo producen a otros inocentes. James Gordon, por su parte, ha sido promovido a comisario, descubre que le está resultando imposible de momento compatibilizar sus nuevas atribuciones de funcionario con su vocación de servicio policial.

Y lo que comienza con un asesinato de una familia entera desarrolla luego una seguidilla de crueles crímenes, que si bien pareciera una guerra de narcotráfico pero oculta episodios peores: las víctimas adultas han estado involucradas en hechos de violencia infantil, pederastia, abuso, pornografía y diferentes eslabones de maltratos a niños. Para colmo, la única testigo que puede aportar algo sobre el vengador de tales depravaciones es una jovencita que ha quedado muda por los traumas que ha debido sufrir desde pequeña.

Batman siente el dolor de las víctimas inocentes en carne propia dada su propia condición de huérfano, mientras que hay testigos que lo señalan como el asesino de todos estos degenerados en una implacable sed de venganza. Y Gordon, inmerso en el caso, revive situaciones espantosas de su infancia que damnifican su matrimonio y su paternidad considerablemente.

Gritos en la noche es una joya olvidada, una novela gráfica oscura, triste, de corte detectivesco pero con una dramaturgia tan humana que sobrecoge. Archie Goodwin escribe un guión que sabe trasladar a Batman a problemas reales, adultos, espantosa y desgraciadamente ciertos sin caer en forzosos golpes bajos. Scott Hampton ilustra con acuarelas esta obra, con una gama de colores apagados que confiere un aire a novela de Charles Dickens que encaja con la pesadez que transmite en cada página.

Nota personal: 9